Detectar la manipulación implica prestar atención a señales clave. Observa cambios bruscos en el tono emocional de la conversación, busca información sesgada o incompleta, analiza la intención detrás de las palabras y mantén un pensamiento crítico.
Además, confía en tu intuición; si algo no te parece correcto o no te acaba de encajar y, sobre todo, sientes confusión, profundiza y si lo necesitas haz preguntas para obtener más claridad.